
Se caracteriza por la formación de granulomas o tubérculos y afecta a bovinos y a otros animales domésticos.
Es una enfermedad infectocontagiosa causada por Mycobacterium bovis. Es transmisible al hombre (enfermedad zoonótica), a través del consumo de productos lácteos contaminados, no pasteurizados o por el contacto con animales infectados.
En el ganado provoca la disminución de la producción de leche, además, debido a la presencia de lesiones causadas por esta enfermedad, el decomiso de carne por pieza o en canal.
Realizamos pruebas constantes para el control de la enfermedad
El SENASICA, cuenta con la Campaña Nacional contra la Tuberculosis Bovina, a través de la cual se capacita al personal involucrado en las distintas actividades, se realiza diagnóstico de campo (en el 100 % de los hatos), aplicación de cuarentenas en hatos infectados, eliminación e indemnización de animales reactores a las pruebas diagnósticas, inspección en rastros para confirmar y detectar nuevos casos, control de la movilización, reconocimiento y protección de regiones de baja prevalencia, certificación de hatos libres de la enfermedad, seguimiento epidemiológico y se aplican diferentes estrategias de difusión y promoción, entre otras acciones.


La vigilancia epidemiológica permite detectar oportunamente el ingreso de enfermedades al país.
El SENASICA es el encargado de vigilar el cumplimiento de la obligatoriedad de todos los actores vinculados al ámbito pecuario, de reportar en forma inmediata cualquier sospecha o confirmación de la presencia de enfermedades infecciosas, exóticas y endémicas de notificación obligatoria, así como aquellas de carácter toxicológico; particularmente de los laboratorios de diagnóstico veterinario que reportan en tiempo y forma al Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica (SIVE), los resultados que generan.
Asimismo coordina el seguimiento epidemiológico de las medidas zoosanitarias para el control y erradicación de enfermedades y plagas de los animales de naturaleza infecciosa, toxicológica y de residuos tóxicos; implementando procedimientos que permiten el registro y seguimiento de las sospechas y la confirmación de la presencia de enfermedades tanto exóticas (que no se encuentran en el país), como endémicas (o nativas) que se presenten en cualquier estado, zona o región del territorio nacional, así como la elaboración de los análisis epidemiológicos correspondientes que permitan evaluar su comportamiento.
Con la información procesada por el SIVE, se informa oficialmente la situación zoosanitaria del país a organismos e instituciones nacionales e internacionales, con los cuales el SENASICA tiene convenios y acuerdos de colaboración e intercambio de información.
Lo anterior constituye, conjuntamente con el Dispositivo Nacional de Emergencia en Sanidad Animal (DINESA), los dos mecanismos de prevención y respuesta de emergencia primarios con que se cuenta en materia de emergencias sanitarias pecuarias para el país.
De igual forma, tiene como responsabilidades directas el seguir y evaluar en forma continua la situación sanitaria del país, además de analizar con precisión y oportunidad los factores de riesgo de las enfermedades exóticas y endémicas, a fin de lograr su eficiente prevención y control, que permita reaccionar oportunamente a los cambios que en forma de emergencias sanitarias acarrea la presentación y difusión de nuevas enfermedades y plagas en los animales.


La Inocuidad se define como la característica que garantiza que los alimentos que consumimos no causan daño a nuestra salud, es decir, que durante su producción se aplicaron medidas de higiene para reducir el riesgo de que los alimentos se contaminen con:
Residuos de plaguicidas
Metales pesados
Agentes de tipo físico que puedan causar una lesión al momento de consumir un alimento
Microorganismos como E coli, Salmonella spp o Listeria monocytogenes, que pueden enfermar a los humanos.
INOCUIDAD
Las medidas preventivas que se aplican son los Sistemas de Reducción de Riesgos de Contaminación (SRRC), las Buenas Prácticas Agrícolas, Pecuarias, Acuícolas y Pesqueras y el Buen Uso y Manejo de Agroquímicos, con las que se logra que los mexicanos disfrutemos de alimentos sanos y de calidad.
La palabra inocuidad encierra todos aquellos procesos de buenas prácticas en campo y mar para evitar que los alimentos dañen nuestra salud a través de plagas y enfermedades.
El encargado de promover y verificar, así como de asegurar la inocuidad desde el proceso de producción de los alimentos hasta su llegada al anaquel, para evitar su contaminación, es el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA), organismo descentralizado de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, SAGARPA.
La cadena de trazabilidad, como se le conoce a este proceso, comienza con el agricultor o productor de alimentos. Por ejemplo, en el caso de alimentos del campo es importante asegurar que la semilla sea certificada, que la tierra esté sana, que el agua sea segura para riego, que se realicen prácticas de higiene en las instalaciones y del personal, desinfección de utensilios de trabajo, control y uso apropiado de agroquímicos, e instalaciones seguras, entre otras.
En el caso de la carne, aplican algunas de las anteriores, además también se debe vigilar que los animales a sacrificar hayan sido alimentados correctamente, que recibieran atención médica durante sus enfermedades y que no padecieran enfermedades transmisibles a los humanos.
Asimismo, que sean sacrificados en lugares certificados y que los métodos de procesamiento aseguren un producto fresco, inocuo y de calidad. Durante el transporte se debe cuidar la refrigeración, para conservar en buen estado los productos y garantizar que no proliferen bacterias y parásitos.
